El 72% de las empresas andaluzas tiene contratadas a una o más personas con discapacidad
El perfil del trabajador con discapacidad andaluz es el de un hombre entre 30 y 44 años, con estudios elementales, un porcentaje de minusvalía entre el 33 y el 64% y una discapacidad de tipo físico.
Los contratos más utilizados para este colectivo son el indefinido normal (32%), el eventual (17%) y el específico de minusválidos (13%).
Los perfiles con discapacidad más demandados son similares a los de la población general. Sin embargo, hay más ofertas para operarios y menos para administrativos.
Un 84% de las empresas andaluzas conoce la Ley de Integración Social del Minusválido (LISMI) pero sólo un 63% la cumple. En Almería y Córdoba el nivel de cumplimiento es mayor que en el resto de las provincias.
Los sectores financiero e industrial han alcanzado los mayores ratios de cumplimiento de esta normativa legal.
En opinión de las compañías de Andalucía, los principales problemas para cumplir con la LISMI se deben a la dificultad para encontrar personas con discapacidad y a que los candidatos con certificado de minusvalía no cumplen con el perfil requerido.