El pasado 5 de julio de 2016 tuvo lugar el Workshop de universalidad: La contribución de la empresa privada en una agenda universal para el desarrollo sostenible, en el que El Fondo de las Naciones Unidas para los Objetivos de Desarrollo Sostenible (F-ODS), con la colaboración de Fundación SERES y la Red Española del Pacto Mundial, mantuvo un diálogo con empresas de diferentes sectores con la finalidad de discutir y promover la universalidad de la nueva Agenda 2030.
Compartimos conocimiento
Las compañías intercambiaron prácticas e ideas sobre cómo incorporar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) es sus actividades y estrategias de negocio. También destacaron los retos y las oportunidades que supone este cambio cultural. Se espera que el aprendizaje recogido contribuya a la redacción del II Informe SDGF, el cual pondrá énfasis en la empresa como agente importante y necesario para la implementación de la Agenda 2030.
El F-ODS se crea con el objetivo de conseguir el cumplimiento de los ODS y para lograr que las empresas trabajen conjuntamente atendiendo las prioridades y las necesidades de la sociedad. El principio de Universalidad de la nueva Agenda implica que todos los países –y que todos los actores- se involucren en el cumplimiento de estos ambiciosos objetivos. No hace falta repetir que los problemas de desarrollo afectan tanto a la ciudadanía como a las empresas, la evidencia está en todos lados y no podemos dejar pasar más tiempo. Debemos pasar a la acción.
El cambio requiere constancia y compromiso
Uno de las dificultades que se identificaron fue que muchas empresas no siempre conocen en profundidad el contexto en el que se desenvuelven. No se puede creer saber lo que es mejor para el entorno en el que se pretende implementar proyectos de Responsabilidad Social Corporativa (RSC), "debemos bajar al terreno de juego para conocer las necesidades reales", concluyeron los representantes de los departamentos de RSC.
Hacer un análisis de materialidad es primordial para identificar cuál o cuáles son los ODS a los que puede dar respuesta la empresa. Es necesario entender, como lo explican Michael E. Porter y Mark R. Kramer en Estrategia y Sociedad, que la RSC no puede ser algo general, sino que debe ser una estrategia particular de cada empresa y de cada proyecto.
Los gestores de RSC de las empresas destacaron que el compromiso social debe estar presente en toda la cadena de valor. Esto no siempre es fácil, pero "las empresas deben identificar en dónde se produce el cuello de botella" que impide el cumplimiento de los ODS y establecer un diálogo con los grupos de interés, para lograr que los proyectos no solo se lleven a cabo, sino que también sean perdurables en el tiempo. La RSC no puede ser una mera intención, los resultados deben materializarse, medirse y comunicarse externa e internamente.
El problema de la comunicación interna es que muchas veces el mensaje no llega a todos los departamentos de la organización. Algunas veces no se lograr transmitir de manera eficiente el hecho de que invertir en RSC es rentable. La comunicación externa, no es menos compleja, ya que es muy poca la repercusión de lo que las empresas hacen en el ámbito social. En conclusión: "hay que medir –los resultados- para poder contar". Las noticias siempre deben tener datos sólidos que puedan ser comprobados y destacados en un relato.
Una barrera importante a tomar en cuenta es que el sector empresarial no siempre es bienvenido. Son muchas las comunidades que, en un principio, desconfían de los beneficios que plantean las distintas compañías. La clave, nos dicen los expertos en la materia que han tenido que enfrentarse a esta situación, es dialogar con estos grupos e involucrarlos en el proyecto. De esta manera, ellos mismos podrán reconocer el beneficio que aporta la empresa, para dar respuesta a sus necesidades.
Algunas Conclusiones
La RSC que quiera dar respuesta a los ODS no puede tener un enfoque ni paternalista ni filantrópico. Para que el desarrollo sea sostenible y pueda mantenerse vigente a lo largo del tiempo, debe, además de recuperar la inversión, obtener un retorno económico positivo.
No podemos dejar de ver que en España también hay necesidades reales: el desempleo juvenil, igualdad de género, conciliación, inclusión laboral de los colectivos menos favorecidos y un largo etcétera.
Las empresas no pueden aislarse de la realidad que las rodea, son pilares muy importantes en las sociedades y su contribución es fundamental para un crecimiento conjunto.
Es importante dar seguimiento a la manera en que las empresas integren los ODS en su estrategia de negocio. Durante el workshop hemos identificado algunos avances en materia de inclusión social, agua y saneamiento, igualdad de género, eficiencia energética, comercio justo y educación.