Gestión de la RSC
Este artículo habla sobre la gestión de la RSC y su importancia transversal dentro de la organización. Por gestión de la RSC, entendemos la acción de agrupar todos los elementos dentro de una empresa para llegar a ser una organización socialmente responsable.
La definición: ser una empresa socialmente responsable
Para poder hablar de gestión de la RSC, la empresa tendrá que encontrar el significado de lo que significa para ella ser socialmente responsable . Una definición de referencia se encuentra en la Estrategia Española de Responsabilidad Social de las Empresas (2014 ): “la integración voluntaria por parte de la empresa, en su gobierno y gestión, en su estrategia, políticas y procedimientos, de las preocupaciones sociales, laborales, ambientales y de respeto a los derechos humanos que surgen de la relación y el diálogo transparentes con sus grupos de interés, responsabilizándose así de las consecuencias y de los impactos que derivan de sus acciones”.
En general, nos referimos a una nueva forma de hacer negocio y de entender el éxito empresarial que integre la relación con la sociedad y el entorno en el cual la empresa opera permitiéndole crear valor en el largo plazo. Ser una empresa responsable es un enfoque que justamente involucra de manera transversal toda la actuación empresarial, aunando las dimensiones económicas, medioambientales, sociales y éticas. Esta complejidad,supone definir un marco que nos permita gestionar todos los distintos elementos implicados en el gran reto de crear una empresa socialmente responsable.
La cultura de una empresa responsable
Para definir un marco de gestión de una empresa responsable es necesario aclarar lo que la empresa quiere ser actuando sobre su cultura: esencia, razón de ser, valores; reconociendo que la razón de ser de la empresa misma va más allá de la función de crear beneficio a corto plazo para los inversores.
Una empresa que quiera ser responsable tendrá que expresarlo desde su misión y visión, y a partir de ahí construir un sistema de valores coherente con ellos.
Una vez definidos misión, visión y valores, hay que ver cómo se traducen en acción.
La RSC transversal en la organización
Un elemento fundamental de la función de RSC es involucrar todas las distintas áreas en las acciones que promueven la responsabilidad de la empresa.
Será clave identificar como se estructura el área de RSC dentro la compañía y que rol y competencias tiene que tener el responsable de RSC . La función de RSC dentro la empresa, en el 70% de los casos, no se desempeña de forma exclusiva, sino se integra en otras funciones, principalmente dentro las áreas de comunicación y marketing o dentro el área de Recursos Humanos. A nivel de actividades, la función de RSC es responsable de actividades muy diferentes que engloban el análisis de los riesgos, rendición de cuentas y medición de los resultados, definición de un plan estratégico, gestión del posicionamiento de la empresa en materia de RSE, relación con los grupos de interés, cambio cultural dentro de la empresa. Además, se ocupa de gestionar proyectos muy diferentes, que van desde proyectos de compromiso social, hasta proyectos de negocio para mejorar los procesos y los productos de la empresa. Es por todos estos factores descritos anteriormente, que las competencias del directivo de RSC deben englobar la orientación al largo plazo y visión estratégica, la capacidad de comunicación y una propensión hacia la innovación.
Generación de oportunidades de negocio
Otro elemento fundamental para que podamos lograr una visión integradora de lo que es una empresa responsable, es asegurar que en todos los elementos de negocio se tengan en cuenta la relación de la empresa con la sociedad en la cual opera.
Esta relación es por sí misma generadora de oportunidades de negocio para la empresa. De hecho, en el debate sobre cuál sería el área donde podría estar la RSC dentro de la organización, una visión interesante es encuadrarla en el área de innovación y desarrollo por su capacidad de poder ser una fuente para la innovación de la empresa y sus productos.
En este marco de creación de negocio, puede ser interesante utilizar como referencia lo establecido en el artículo de Porter y Kramer , que pone las bases sobre la importancia de crear valor compartido: valor para la empresa y para la sociedad al mismo tiempo. Según Porter, a través de una innovadora definición de RSE se puede crear valor compartido rediseñando productos y mercados, redefiniendo la productividad de la cadena de valor y estimulando la innovación a través del desarrollo de clúster locales. En síntesis, crear valor compartido significa incorporar la misión social en la cultura corporativa y canalizar los recursos para desarrollar innovaciones que pueden ayudar a solventar los problemas sociales generando nuevas oportunidades de negocio.
Hacia la construcción de un nuevo modelo de gestión
Un comienzo para integrar la dimensión de responsabilidad en la forma de la empresa sería la creación de un nuevo sistema de gestión acorde con la naturaleza de la empresa, su estrategia, y los objetivos sociales.
Materializar la gestión del valor social de la empresa en un conjunto normativo y reglado de elementos que den cuerpo y forma al compromiso social de la organización, resulta adecuado dado que permite, por un lado, una medición y evaluación de la gestión comprobando la idoneidad de la RSC aplicada, y generando la capacidad para verificar las mejoras a desarrollar; y por otro lado, una forma de transmitir una información concreta y ponderable a los grupos de interés, clientes, proveedores, y al propio equipo de la organización.
Esta gestión puede apoyarse por medio de estándares derivados de normas de calidad y de gestión de RSC que permite al mismo tiempo la mejora de la comunicación de la empresa con su entorno. Entre estas normas podemos destacar:
- Global Reporting Initiative (GRI), una guía para elaborar memorias de sostenibilidad social, societal, económica y medioambiental, que indirectamente ayuda a las empresas gestionar su política de RSC.
- AccountAbility AA1000, una metodología para evaluar la naturaleza y el grado de adhesión de la organización en relación a su RSC, y diseñar un modelo de participación en las decisiones de la empresa por parte de sus grupos de interés.
- SA8000, orientada a la verificación por terceros de los comportamientos sociales y de respeto de los Derechos de la empresa en ámbito mundial.
- El Sistema de Gestión Empresarial (SGE21), una norma que promueve una gestión integrada y transversal ética y socialmente responsable de las empresas, fomentando el diálogo con grupos de interés, la transparencia y un compromiso claro con la sostenibilidad empresarial y social.
- Por último, la ISO 26000 que nace como una evolución y compendio de aspectos que ya se trataban en otras normas ISO como la 9001 y la 14001. A través de esta norma, la empresa se convierte en responsable de sus impactos en la sociedad, en la economía, y en el medioambiente, haciendo que sus decisiones sean transparentes ante la sociedad y sus grupos de interés.