Para evaluar la eficiencia de la estrategia de RSE de una compañía se ha de medir el impacto “total” de la empresa en su entorno, y esto significa medir un perímetro de valor más amplio que el económico, incluyendo dimensiones sociales y medioambientales, mostrando el auténtico valor que aporta una empresa, demostrando los beneficios de su actividad en las sociedades en las que opera y, al mismo tiempo, haciéndoles conscientes de las necesidades, aspiraciones y expectativas de sus grupos de interés.
¿Qué entendemos por Impacto Social?
El impacto social se refiere al cambio efectuado en un grupo social, o en la sociedad en general, como resultado del cumplimiento de los objetivos de un programa dirigido a la mejora de dicha situación.
El principal objetivo de la evaluación del impacto es determinar si un programa o acción en particular ha tenido un impacto, y cuantificar su magnitud.
¿Por qué es importante para las empresas medir el impacto social?
Gracias a la implementación de la RSE durante los últimos años, no sólo existe una creciente participación de la empresa en cuestiones sociales, sino que las empresas son más conscientes de su imbricación en la sociedad y los impactos que ésta produce. En este sentido, las empresas se dan cuenta que el valor que generan no sólo es económico o financiero, sino también social y medioambiental.
Si atendemos a que las empresas son el mayor generador de impacto socioeconómico, observamos que dicho impacto es el mejor predictor de éxito para los negocios. Mediante la creación de puestos de trabajo, la capacitación de los trabajadores, la construcción de infraestructuras, la adquisición de materias primas, la transferencia de tecnología, el pago de impuestos, y la ampliación del acceso a los productos y servicios, las empresas impactan en las vidas de las personas, sus capacidades, sus oportunidades de futuro y sus estilos de vida. Así, mediante la evaluación de su impacto socio-económico, las empresas pueden reducir los costos y los riesgos, y crear nuevas oportunidades de negocio que minimicen los impactos negativos de éstos, y maximicen los positivos.
También, la evaluación del impacto social puede ayudar a las empresas a mostrar a sus grupos de interés la generación de beneficios (socioeconómicos y medioambientales) para las economías en las que operan, es decir, lograr lo que se denomina “Licencia Social para Operar”.
En el proceso de evaluación, y en concreto en la fase de medición, las empresas pueden comprender las necesidades, aspiraciones, los recursos y los incentivos de sus clientes y proveedores, permitiéndoles desarrollar nuevos productos y servicios y mejorar los existentes.
En resumen, una eficiente gestión de la RSE a través de un proceso de evaluación del valor total de las empresas, puede producir los siguientes beneficios: mejorar la eficiencia de la inversión, evidenciar los resultados más allá de los propósitos e implicar a todos los grupos de interés.
¿Cómo está Ferrovial evaluando el Impacto Social?
La aproximación de Ferrovial a la evaluación de impacto social la hacemos al culminar cada proyecto desarrollado dentro del Programa Infraestructuras Sociales, donde establecemos una serie de criterios a medir con el fin de constatar la eficiencia de los futuros proyectos.
Nos centramos en dos ámbitos de evaluación:
1. Puramente social: centrada en los cambios producidos en las vidas de los beneficiarios de los proyectos y midiendo los siguientes aspectos:
Incremento de población con acceso a agua potable y saneamiento básico.
Reducción de tiempo empleado en recolección de agua.
Reducción de enfermedades derivadas del consumo de agua no tratada y morbilidad asociada.
Número de infraestructuras de agua y saneamiento construidas.
Número de beneficiarios capacitados, sensibilizados y formados sobre protección del medioambiente, buenas prácticas de higiene y salud familiar, reglas de higiene, y sobre mantenimiento de las infraestructuras.
Número de entidades comunitarias de gestión conformadas para la gobernanza de los sistemas.
% de mujeres en puestos de responsabilidad comunitaria.
Compromisos con autoridades locales.
2. Beneficios para la compañía, centrada en tres dimensiones establecidas por la metodología de SERES-McKinsey rsc2.
Crecimiento (acceso a nuevos mercados, generación de innovación y posicionamiento social).
Retorno de la inversión (eficiencia operacional, optimización de la cadena de abastecimiento, desarrollo de capital humano)
Gestión del riesgo (riesgo operacional, regulatorio y operacional).
¿Cómo se debe evaluar?
El valor económico y financiero se refleja en el balance y la cuenta de resultados, pero el valor social no se refleja en ningún estado de la empresa. Si queremos describir todo el valor creado por la empresa, es necesario contar con un método que nos permita medir y reflejar el valor social, considerando a todos los grupos de interés con los que la empresa se relaciona.
En este punto, existen dos problemas principales para que las empresas puedan evaluar su valor total: la existencia de una amplísima y diversa gama de herramientas de medición (en su mayoría muy complejas); y que cada una de estas herramientas se basa en supuestos y funcionalidades diferentes, centradas en diferentes tipos de impacto, y adaptadas a diferentes propósitos.
Las herramientas disponibles hoy en día son muy diversas, por lo que es necesario identificar las herramientas más adecuadas dentro de un complejo paisaje del marco de medición del impacto socioeconómico.
Principales metodologías de Medición del Impacto Social
En mi opinión, las metodologías más apropiadas para la medición de impacto social en Ferrovial son: Social Return On Investment (SROI), London Benchmarking Group (LBG) y el Modelo de Impacto Índice de Capacidades EADA-SERES.
London Benchmarking Group (LBG)
El Modelo LBG (London Benchmarking Group) es una metodología que permite identificar, medir, gestionar, evaluar y comunicar las contribuciones, logros e impactos de las empresas en la comunidad.
Además, LBG es la metodología recomendada por Dow Jones Sustainability Index (DJSI), para evaluar las contribuciones empresariales a la comunidad, en la valoración sobre el desempeño sostenible de las empresas seleccionadas, que el Índice realiza anualmente.
Su desarrollo consta de tres fases:
Identificar cuáles son las iniciativas en la comunidad a las cuales está contribuyendo la empresa.
Cuantificar lo aportado por la empresa (en dinero, tiempo, especie y costes de gestión).
Evaluar cuáles han sido los resultados (logros e impactos) conseguidos.
Social Return On Investment (SROI)
El SROI mide el cambio producido midiendo los resultados sociales, medioambientales y económicos, y usa términos monetarios para representar dichos resultados, obteniendo un cálculo del ratio costo-beneficio.
Un análisis SROI puede adoptar formas diferentes. Puede agrupar el valor social generado por toda una organización, o enfocarse solamente en un aspecto específico de su trabajo.
Hay dos tipos de análisis SROI: evaluativo, el cual es conducido retrospectivamente; y prospectivo, el cual predice cuánto valor social será creado si las actividades alcanzan los resultados esperados.
Modelo de Impacto Índice de Capacidades EADA-SERES
El modelo de IC EADA-SERES tiene como objetivo medir en qué ámbitos y en qué medida, un programa social tiene impacto, entendido éste como una generación y mejora en el desarrollo humano, en las capacidades de los beneficiarios y en un retorno social de esas capacidades.
El concepto de capacidad definido según el enfoque de capacidades de Amartya Sen, Premio Nobel de Economía, según funcionamientos, factores de conversión y bienes y recursos.
El modelo IC EADA-SERES es un modelo global y completo.
Es posible incluir todos los niveles en la medición del impacto social: personal, familiar, social y laboral de cualquier beneficiario del programa social; y a la vez calcular el retorno social cuando analizamos el coste de oportunidad o ahorro social de estas capacidades e incluimos el input o inversión social (dinero, tiempo, recursos hu¬manos, bienes) que han hecho posible el programa.
En definitiva, la medición de impacto social requiere de la combinación de distintas metodologías que puedan adaptar los objetivos y expectativas de cada empresa en el desarrollo de su estrategia de RSE y la implantación de su compromiso social.
Autor:
Gonzalo Sales Genovés
Responsable de Programas de RSC de Ferrovial