Una aproximación al concepto de Pro Bono
Pro bono es una expresión latina que significa “para el bien público” y que se usa para referirnos al trabajo voluntario que realizan distintos profesionales. Generalmente, se relaciona con el servicio que los abogados prestan de forma gratuita. Sin embargo, este concepto se relaciona con la labor que los profesionales de distintos ámbitos ponen a disposición de la sociedad.
A diferencia del voluntariado, requiere de unos conocimientos expertos de la persona que lo desarrolla. En general esta práctica empezó con la abogacía y ahora se desarrolla en muchas áreas profesionales.
Los beneficios sociales de esta acción son enormes, entre ellos, ofrecen apoyo de forma gratuita a personas sin recursos, y por tanto aportan soluciones.
Además de personas individuales, este trabajo también se puede canalizar a través de las ONG para así poder transmitir el conocimiento a los colectivos que forman parte de estas entidades.
Aproximándonos al pro bono en las firmas de abogacía …
Dentro de la firma, este tipo de prácticas permite mejorar los conocimientos de los abogados más jóvenes dentro del despacho.
Esta actividad de tipo social permite establecer una relación con la sociedad, generando un impacto en la misma.
La organización de estos proyectos es llevada a cabo por un socio responsable de los proyectos pro bono, el cual define y selecciona aquellos que serán atendidos por el despacho.
La organización del tiempo y recursos es un aspecto clave para optimizar el impacto de esta actividad, concretamente, el tiempo estimado dedicado a proyectos pro bono podrá ser entre el 3% y 5% del tiempo total. La coordinación de la actividad es mediante la definición de un área de actuación o con la cesión del servicio a las ONG, de forma que toman el contacto de un modo más directo.
Centrar toda la actividad pro bono en aspectos relacionados con un proyecto, una región o un tipo de actividad, ayuda a proyectar la imagen de la firma y a generar sinergias claras con las organizaciones. En cambio, si la actividad pro bono no tiene una imagen clara, su impacto se diluye y los beneficios se reducen.
En definitiva, el trabajo pro bono es una herramienta fundamental para la sociedad. Pone a disposición de personas sin recursos una profesión, en este caso la abogacía, entre muchas otras, y les permite tener al alcance un servicio.
La sostenibilidad de esta práctica requiere coordinación y sobre todo proyección. Si los beneficios del trabajo pro bono son visibles y mejoran la firma, se conseguirá que esta actividad sea vista como algo rentable para el empresa y por tanto podrá ser concebida como una parte estructural de la misma.