La actividad pro bono en la formación académica
Partimos de la idea de formar profesionales. Esta formación académica se suele complementar con prácticas en empresas que dan forma final al ciclo formativo del alumno.
Las actividades pro bono, no sólo son una experiencia en el mundo laboral, sino que conllevan una relación con grupos de interés especialmente sensibles, dotando a esta actividad cierta concienciación. Este trabajo pro bono se asocia a una causa común, a un valor social, es decir, a todo beneficio que revierte en la sociedad.
La demanda de empleo social ha surgido como una tendencia clara a partir de esta generación reciente.
La primera necesidad a cubrir es la de carreras que tienen una conciencia social clara. Por otro lado, los educadores han visto en estos trabajos pro bono una capacidad de generar experiencia, de una forma más sencilla, ya que este tipo de trabajos, ofrece a los recién titulados un campo para experimentar los conocimientos adquiridos.
Por ejemplo, la Universidad de Auburn de Arquitectura, realiza un proyecto donde los estudiantes construyen casas para personas con escasos recursos en el ámbito rural.
También, la Universidad de Tulan de Derecho fue la primera en tener un programa pro bono, el cual permite el desarrollo de acciones que inspiran una actitud ética en el trabajo. Hoy de las 200 universidades americanas acreditadas en derecho, 35 universidades tienen acciones pro bono obligatorias, 110 tiene programas voluntarios y 24 centros, proyectos independientes.
¿Qué beneficios tiene la acción pro bono para los estudiantes?
1. Integra educación y prácticas.
2. Fortalece el conocimiento.
3. Genera relaciones con profesionales.
4. Aumenta el desarrollo personal.
¿Y para las escuelas?
1. Mejora la capacidad de captar talento.
2. Establece relaciones locales.
3. Más oportunidades de investigación.
4. Una alternativa para satisfacer a los estudiantes.
¿Cómo se mide?
La medición de los resultados de esta acción, es clave. Se puede llevar a cabo a través de herramientas sencillas tipo encuestas de valoración o sondeos. Este proceso es esencial para que estos indicadores pasen a ser de valor para las organizaciones que promueven estas acciones.
¿Es interdisciplinar?
Las acciones pro bono permiten crear equipos mixtos de estudiantes donde estos puedan generar proyectos en los que varias disciplinas jueguen un papel clave. La unión de disciplinas puede ayudar a los estudiantes a reforzar su contacto real con el mundo profesional, donde los equipos mixtos suelen ser clave en el desarrollo de proyectos.
¿Forma parte de la estructura académica?
La actividad pro bono no se debe ver como algo complementario, en lo posible debe verse como parte estructural de la formación aportando valores necesarios.
Las asociaciones profesionales son muy importantes dentro de esta estructura. Las comunidades que se benefician de estas prácticas también deben demandar a estos agentes su participación en este tipo de proyectos, dotándolos de los recursos necesarios para su desarrollo.
Si todos los grupos de interés empujan en una misma dirección, los resultados deberían ser percibidos de forma clara por los distintos agentes sociales.